Mi corazón adolorido

Siento un dolor inmenso
en mi pecho. Quiero arrancarme
el corazón con las manos y
apretarlo con los dedos hasta
que sangre. Tal vez así logre
dejar de sentir.


Porque el vivir el día a día se
vuelve repetitivo, como si
el sentido se hubiera perdido,
pues veo desde fuera como
mi vida pasa y funciona
sin mi alma dentro.


Entro en conflictos conmigo
misma, con mi yo interno y mi
ego para poner barreras a esas
desgracias que me rodean.


Y ahora es de noche, y aun
me duele el pecho. Las lágrimas
caen como cuchillos filosos por
mi rostro e inundan mi alma.


Ya no era yo. Pero, ¿quien era
yo antes?.
Encrucijada de preguntas que
me planteo de nuevo, buscando
una repuesta que no logro
responder.


Pero y si.... ¿la locura consumió
a la cordura?. Y dudo que alguna
vez haya estado cuerda.
Pues siempre me encontré entre
cuerdas recibiendo golpes que
aun duelen.