Mi ángel

¿Podré encontrar las palabras para decirte cuanto es que yo te quiero?

Te quiero, para mí, para admirarte.

Encuentro pequeños rastros de ti en todas las cosas que me gustan, eres una brisa suave que revuelve mi cabello y me trae un escalofrío que me recuerda que estoy vivo.

Me quedo corto todo el tiempo, ¿cómo te puedo hacer saber cuánto es que tú me gustas?

Habitas en mi corazón, tienes una pequeña biblioteca en mis recuerdos, todos mis sentidos te buscan; me desesperan las ganas de vivir entre tus costillas y escuchar el latido constante de tu enorme–corazón.

Te quiero, te quiero, te quiero.

Déjame envolverte en mis brazos y adorarte hasta que la devoción se desborde entre nosotros.

Te quiero, te quiero, te quiero.

Voy a besarte cada peca, lunar y cicatriz para no ahogarme en el sentimiento de devorarte y crecer en ti como una enredadera, es demasiado; todo lo que me haces sentir con sólo mirarme o besarme.

¿No sabes que desde el primer instante en que me tocaste me hice tuyo?

Completamente.

Mi piel lleva implícito tu nombre.

Y eres el mar profundo que me arrastra a la belleza de enamorarme de tu–ser-celestial y te quiero y te quiero para siempre.

Todo de mí te pertenece.

Tu enamorado,

Koen...