Mejor amigo

A veces no sé si te extraño más como hombre

o como amigo.

Porque antes de todo esto, antes de los enredos,

antes de que el deseo nos quemara,

vos eras mi casa.

Eras esa risa al final del día,

el lugar donde podía mostrarme sin miedo.

¿Cómo se sigue viviendo

cuando se pierde algo tan esencial?

¿Cómo se respira

cuando ya no estás al otro lado de la vida?

Yo no solo perdí al hombre que amaba.

Perdí a mi mejor amigo.

Perdí a quien me leía con solo mirarme,

a quien me hacía sentir que todo iba a estar bien,

incluso cuando no lo estaba.

Y lo peor…

es que seguís estando.

Pero ya no sos.

Te hablaba, y me respondía otro.

Uno que ya no me ve.

Uno al que ya no le duele mi dolor.

¿Cómo hacés para que no te importe?

¿Cómo se rompe así el hilo, tan de golpe,

como si lo nuestro no hubiera sido nada?

Yo todavía no sé cómo habitar el mundo sin vos.

Todavía me despierto buscándote en los días,

esperando que vuelvas a ser ese lugar seguro,

ese que conocía hasta mis sombras

y aun así elegía quedarse.

Yo me sigo quedando.

En este amor, en esta espera,

en esta ausencia tuya que me habita

como si fuera mía.

Y no sé si algún día vas a volver a verme,

como antes,

como cuando me querías con todo lo que eras.

Pero yo todavía te amo con todo lo que soy.