Si hay que mirarse por dentro,
examinar entre la maleza de nuestro camino
e intentar descubrir las incógnitas que nos han marcado,
(que pusieron el listón tan alto),
las respuestas que están allí
y siempre lo hemos sabido,
pero que nunca,
escucha bien,
nunca nos ha interesado saber,
entonces sería mejor abrirnos en canal, con mucho estilo,
con esa frialdad pasmosa que tanto nos aplauden.
Dibujaremos el camino del afilado escalpelo
(sin dudas le haremos el trabajo más fácil)
y dejaremos fluir la sangre:
esa roja chapuza que significa el destino final,
con sus venas
y sus relucientes arterias.
Dejaremos caer al piso los coágulos de todo lo que nunca nos hemos atrevido a reclamar,
cuando nuestra voz sonaba tan baja,
cuando el miedo era una sombra muy larga,
desafiante
y feroz
y la quietud entre esa maleza
el único sonido a escuchar.
Si hay que mirarse por dentro
intentaré dejar mi mancha sobre la pared.
Una huella permanente de todo lo que he sido
o de lo que nunca conseguí ser.
Verás un grito tan deforme y enervado
como la vida misma.
Una idea perfecta de todo lo que he buscado dentro de mí.
Atado a cada víscera, a cada colgajo dentro de la frágil estructura que soy,
verás los caminos que me han hecho llegar cuando cabalgaba,
atado a todo lo que sostiene mi ser.
Si he de mirarme por dentro moriré y renaceré en cada segundo.
Caeré de rodillas,
me levantaré y echaré a andar.

Yom Hernández
Aquí un licenciado en Historia, loco por la literatura que lee y escribe pertinazmente. Padre de tres libros publicados por Ed Atlantis, Ed Adarve, Ed Cuadranta.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión