me voy queriéndote

esta noche no me permitió ser presente. la oscuridad que dormía por las calles se hundió sobre mí para conllevar el llanto que arrastré. caminé hacia donde creí experimentar algo cercano al amor, un romance de otoño que añoré por meses. recorrí cada parte de ese lugar esperanzada, sintiendo como el alma me pesaba y mis piernas se desgastaban. el recuerdo de tu rostro que encarna lo profundo y el misterio de un cielo nocturno me devolvió esos sentimientos. volví a tener esa cercanía de tu ser necesitando que sea terrenal. en mis dedos renació tu tacto que me incitaba a caer en la misma ilusión. supe que este amor podía consumirme trascendiendo lo tangible, más allá de lo creía posible.

pude confirmar que te extraño. esa sensación de tu ausencia me lastima aunque estés acá. siento que no te tengo, que nada de esto es mío. vivo en un sueño tan irreal donde quiero adentrarme en tu piel para sostenerte y no despertar. termino deshecha cada vez que me rozan tus manos con calidez y cuando sos débil me conmuevo. tu alma lejana hace que te suspire con pasión porque te anhelo más cuando no te tengo. un ciclo enfermizo del cual no puedo huir, me perseguís al dormir preguntándome si todavía te quiero.

este día te veo partir y me desarmo ante tu abandono. mis sollozos se rompen en cristal pero no hay retorno, no sentís dolor al dejarme atrás. poco te importó consumir mis pensamientos por las mañanas, sabiendo que no puedo replicarte en otro cuerpo. dame un indicio de que no vas a volver para no esperarte más. lastimame hasta romper dentro de mí los rincones que ocupaste sin piedad. privada de tus besos, grabada como tu pertenencia. amor mío, ¿qué tengo que hacer para olvidarte?

¿qué hago si no puedo escapar de la perdición que emites en tus palabras?