Me acusan de poeta y de sátiro
De pecador en tiempos muertos y depredador de las corrientes del golfo
De fabulador de historias inconclusas
De rojo, de marica
Y todo eso soy
Me acusan de no saber besar a las flores
De no querer mirar hacia la derecha
Ni al centro
Pero el centro lo controla todo
Y los bordes se desprecian, dejan de existir
De participar del grito que se enciende
cuando una mirada merece ser observada
Me culpan, me denuncian, me imputan
Me desahucian y me empoderan, me liberan, me sostienen, me borran, me injurian y yo permanezco en la corriente
Me quieren devolver a donde no pretendo regresar
La oscuridad me ennoblece y no le temo
Pero yo escojo el cómo y el cuándo
Me acusan y yo paseo por un viciado cielo de objetos extraviados
De libros que se amontonan con codicia
De reclamos, de banderas que usurpan y contienden, de palabras sucias y miradas vacilantes, tendenciosas
De verdades que dejaron de decirse, de importar, de mentiras que se saben contar
Me acusan y me señalan
Y yo prefiero cantar.

Yom Hernández
Aquí un licenciado en Historia, loco por la literatura que lee y escribe pertinazmente. Padre de tres libros publicados por Ed Atlantis, Ed Adarve, Ed Cuadranta.
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