A veces quisiera entender el palpitar
de mi corazón en el pecho,
entre cada eco de tu voz.
Sigo tu susurro como un camino
al hogar de ensueños.
No sé si me estoy apurando,
o si soy demasiado intensa
con mis sentimientos.
Quisiera frenar en seco,
y otras veces acelerar tanto
hasta perder el freno.
Quiero sentir tu caricia,
tu mano en la mía,
el latido de tu corazón.
¿Sería demasiado malo amarte?
Bueno, yo ya lo hago.
¿Puedo esconder mi corazón
un momento en tu pecho?
No me siento lista para avanzar,
pero tampoco quiero retroceder,
porque sé que te amo demasiado
para perder.
No sé estar con alguien,
pero quiero aprender a estar con vos.
Quiero conocer cada parte tuya
como si fuera mía,
una extensión que amo y odio.
Sos el sol en mis días grises,
aquellos en los que,
luego de un tedioso día,
se ilumina y el arcoíris se posa
como un ángel en mis infiernos.
Creo que no hay nada que quisiera
más que sentir tus besos,
amarte y llenarte del amor que
solo vos sabés darme.
Quiero llenarme de vos,
que me drenes y vuelvas a darme
todo el amor.
Solo quiero verte a vos.
No una ilusión pasajera,
no una fantasía.
Vos y yo,
un deseo más allá de un mundo terrenal.
Quiero tu alma atada a la mía
para todas las vidas.
Quiero que seas mío,
que mi nombre esté escrito
en tu corazón con tinta roja.
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