Pasa el tiempo y yo todavía no puedo soltarte. Me aferré a vos como nunca antes lo había hecho con nadie. Y ahora vos no estás, y te extraño (O al recuerdo que tengo de vos)...
Cuando me dolía la vida y podía acostarme a tu lado y abrazarte, hacerme chiquita para que pudieras abrazarme toda. Ahora me duele todo, y no puedo abrazarme, me lastimo aún más con mi tristeza y mis constantes pensamientos sobre nosotros. Sigo esperando a que vuelvas sabiendo que te fuiste hace mucho tiempo ya, y duele.
Me inquieta tanto saber como podés dormir y despertarte todos los días sin pensar en nosotros. Me destroza el alma, la forma en la que demostrás que aparentemente estás feliz sin mí y que te da igual si yo sigo acá esperándote. Te da igual saber que me dejaste sola, muriendo por tu amor.
Y aunque me hayas lastimado tanto, no puedo odiarte, y odio pensar en que hay algo que me impide hacerlo...La paz que tenía con verte a los ojos, tu pelo, tu voz, todo tu ser completo.
Al final del día, entiendo que tengo ese bloqueo mental de no poder identificar todo el daño que me hiciste, y extrañarte más de lo que mereces.
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