Marianne Bachmeier: símbolo de la justicia por mano propia

Marianne Bachmeier era una mujer alemana que vivió momentos muy duros en su vida. Según cuenta la historia, tuvo dos hijos aún sin ser mayor de edad. Ambos fueron dados en adopción siendo aún bebés. Luego, Marianne fue abusada sexualmente.

Ya a sus 23 años, Marianne dio a luz a una tercera hija, Anna, quien sería protagonista de esta historia. En 1980, a los 7 años, a Anna le permiten faltar al colegio e irse a jugar con las mascotas de un vecino, el carnicero Klaus Grabowski, de 35 años. Este hombre terminó secuestrándola y reteniéndola en su casa por varias horas, hasta que la agredió sexualmente y la estranguló, según la causa, con un par de medias, terminando con la vida de la nena. Una mujer, quien era prometida de Grabowski, lo delató a la policía.

Marianne y su hija Anna.

El carnicero ya tenía antecedentes: había sido condenado por abusar sexualmente de dos nenas. Además, había sido sometido a un proceso de castración, pero se descubrió que Grabowski siguió un tratamiento hormonal para revertir ese proceso.

Durante el juicio por el asesinato de Anna Bachmeier, Grabowski declaró que no tenía intención de abusarla, sino que la nena había intentado seducirlo y extorsionarlo con contárselo a su madre, y que eso impulsó al carnicero a matar a la menor ya que, según el propio Grabowski, tenía miedo de volver a la cárcel.

Klaus Grabowski.

El impacto devastador por el crimen de Anna, más la desconfianza en el sistema judicial dado los antecedentes de Grabowski, y las declaraciones del carnicero buscando culpar a la menor asesinada terminaron impulsando a Marianne a superar los límites: en el tercer día del juicio, Bachmeier ingresó a la sala del Tribunal de Lübeck con una pistola modelo Beretta 70. Apuntó a la espalda del asesino y disparó ocho veces, siete de ellas impactando en Grabowski y matándolo.

A fines de 1982, Marianne fue acusada de asesinato en proceso judicial. Y a principios de 1983, se resolvió condenarla a seis años de prisión por homicidio no intencional y posesión ilegal de un arma de fuego. De la condena, solo cumplió tres años y en 1986 recuperó la libertad.

Este fue uno de los casos de justicia por mano propia más impactantes de Alemania y que recorrieron el mundo. A mediados de la década del 90, Marianne reconoció en una entrevista que mató a Grabowski para que “no difundiera más mentiras” sobre Anna.

En septiembre de 1996, a los 46 años, Marianne Bachmeier murió a causa de un cáncer de páncreas. Sus restos fueron enterrados junto a la tumba de su hija asesinada en la ciudad alemana de Lübeck.

Y vos, ¿qué pensás? ¿Estás a favor de la justicia por mano propia? ¿Qué opinás de este caso puntualmente?