Una mano robótica de plástico fue el primer juguete que amé.
El segundo fue un osito de peluche.
*
La mano robótica me la regalaron por mi cumpleaños/
El oso nació conmigo.
*
La mano la perdí en la zona de juegos de un restaurante en Morón.
Al oso la última vez que lo vi estaba en una caja.
*
El Polaco, un amigo de mi viejo al que le faltaban dos dedos de la mano derecha
*
Mi abuela que caminaba agarrándose las manos por la espalda, para equilibrarse, me decía
*
El oso de peluche que parecía un costurero por los hilos y agujas que pasaron por el.
*
El primer bizcochuelo que hice fue con una receta de Doña Petrona en una cocina abuelistíca. Al segundo, las manos de mi hermana dentro de la mezcla para aprobar.
*
Unas manos partidas y cercanas me acarician la mejilla como si fueran de peluche.
Con la llegada de esa mano sentía al alcance todo el mundo,
con su partida, todo me queda más lejos.
Angus Antu.

Angus Antu
Acá intento aprender a escribir, osea si sé, fui al colegio aclaro. Solo que intento aprender a escribir mejor.
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