Manifiesto de Amor Propio

No nací contigo ni moriré contigo. Una nace sola y muere sola. Aunque estemos rodeados de personas en esos momentos, nadie puede vivir, nacer o morir por nosotros. De ahí que nadie necesita de nadie para vivir.

He vivido sin un hombre a mi lado. Cuando estuve enferma, cuando luché por mis metas o lloré hasta quedarme dormida por desengaños y ansiedades, lo hice sola. ¿Qué te hace pensar que necesito un hombre para vivir?

No necesito a nadie, pero sí elijo compartir mi vida con alguien. Te elijo a ti para crecer, para amar, para construir, pero no por necesidad, sino por amor y por decisión.

No te pediré que hagas nada por mí, porque aprendí a ser autosuficiente, pero agradeceré tu apoyo como yo lo haría contigo. No te exigiré cosas materiales, pero sí valoraré un abrazo sincero, un beso lleno de amor. No te pediré que me ames; el amor no se exige, se da.

No reclamaré, pero siempre te haré saber cómo me siento. No plantearé tonterías, sino que expresaré mi verdad. No te celaré, porque sé cuánto valgo. Y si tú no lo sabes, no miraré atrás al despedirme.

He aprendido a amarme y a aceptar que si alguien no me quiere en su vida, no puedo cambiarlo. No me esforzaré para agradarte, no me humillaré para retenerte. La puerta estará siempre abierta: eres libre de irte si no me eliges.

No seré la "niña buena" para ganarme tu amor, pero si decides quedarte, tendrás a alguien que estará contigo en todo momento. Podrás desnudar tus sentimientos sin miedo a ser juzgado. Seremos un equipo, compartiendo lo bueno, lo malo y lo que venga.

Haremos planes, aunque no siempre los cumplamos. Celebraremos nuestros logros, viajaremos o nos quedaremos en casa, y siempre miraremos el futuro juntos. Te daré tu espacio, y querré el mío para seguir creciendo como persona.

No necesito que estés en mi vida, pero te elijo para compartirla entera.