mala mía

la verdad es que siempre le he temido a la vulnerabilidad. ya sea cuando la presencio como cuando soy la victima de ella. me aterra encontrarte necesitado de mi, es mi creencia que deberías ser más fuerte, que deberías afrontar tus problemas con serenidad y sabiduría, en lugar de brindarte un lugar seguro me convierto en lo que juré destruir, en lo que me destruyó a mí.

recuerdo llorar el asesinato de mi tío encerrada en mi cuarto, tenía 11 años. recuerdo odiar cada que no podía contener mi llanto cuando sentía algo demasiado. recuerdo las represalías y los comentarios hirientes que me transformaron en una piedra, en un hueco.

a los 19 años logré convertirme en un hija ejemplar, finalmente lo había logrado. dominé la habilidad de reprimir mis emociones, de respirar profundo y llorar en mi cuarto. tiempo despues me di cuenta que cada sentimiento reprimido se fue transformando en kilos de ira. una ira que fue pesando demasiado. una ira que ahora desborda el contorno de mi cuerpo.

la ira no es un sentimiento agradable, no es uno que se sienta cómodo viviendo en mi cuerpo. por eso mismo quiere salir al más minimo altercado. en ese momento deja de ser mi carga y se vuelve la de alguien más. mala mía. pero cómo perdono, suelto y transformo tanta ira? cómo dejo de culpar a los demás por lo que me hicieron y aprendo a vivir a manera? un año en terapia y aún no lo puedo decifrar. me cuesta trabajo soltar.