Madre
Sep 23, 2024
23/09
Incertidumbre fue lo único que no me dió nuestra conversación de hace unas noches. Estos escritos iban a ser lo más tranquilas posibles pero la vida pasa y el tiempo aniquila. Me destruyó tanto que no te puedo ni agradecer los años vivimos. Ya no siento, no hay nada que este equinoccio le haga a la vida. Las flores están muertas de raíz. Sea esta la notita más triste que alguna vez escribí, pero ya noto como mi cuerpo se acostumbra a la falta de alegría y no quiere sentir. No hay un proyecto común por el que tanto me esforcé dejando mucho mío de lado. Y creo que eso me enoja muchísimo. Que no te haya importado lo que soporté para seguir construyendo algo para nosotros aunque lo sentimental se haya puesto complicado ¿el resto no valía nada? ¿fue solo un resto? ¿Tantos años después me lo decís? Que vos sabés lo que hiciste y estás dispuesto al envío, a bancar las puteadas mías y de alguien que me quiera pero que dormís tranquilo sobre la almohada de mis sueños rotos porque "hiciste lo que pudiste" ¿hasta dónde cree que puede un cuerpo escuchar los puntazos de agudeza señor? Voy a llevar para siempre la marca de ese piedrazo en el corazón. Los filamentos aplastados se mueven al unísono de la búsqueda invencible hasta morir de dolor buscando una unión. La mente trata de pensar en el cesped dónde Sophie persigue al castillo vagabundo para hacerlo más lindo, pero no puedo mentirme, todo se vuelve rojo e hinchado como las mejillas que apaciguan el dolor de un cuerpo pero no lo sanan. La panza se muere a retorcijones de dolor mientras te recuerdo hablar. Tus palabras entran como pequeñas dagas que anulan toda la intervención de una vida y me pedís que no suba la voz, porque pasa gente sin nombre que importa más que yo. Me quedo con los nombres anotados en un papel rodeados de corazones y estrellitas. No puedo creer tanta estupidez. Ahora recuerdo porque es tan difícil sentir tanto. Quedar bien parados en vereda que tantas veces fui feliz, ya no digo fuimos porque no te creo una palabra de que decís. Estamos tan lejos del amor y todavía se me escapó un "pero bebo.. pero gordo.." y me miraste extrañado. Nunca te sentí otra persona en el mismo cuerpo. Tan poco valía la pena luchar por nosotros, por estar conmigo después de una década casi. Quiero que las rodillas protejan mi alma y quedarme sin interactuar con nadie nunca así evitaría pequeñas y grandes traiciones y sanarían algún día en el que ya no pueda hacer nada. Es la única forma de sentirme un poquito segura. Sé que estoy siendo algo dramática pero es duro saber que es probanle que nunca puedas reconstruir tu vida. Ya no hay para qué. A las mujeres nos pesa mucho el deseo de maternidad. Siempre habia tenido la idea, creía que pasaría, un poco secretamente, hasta que me dí cuenta que era lo que quería. Entre otras cosas, construía un hogar, porque quería una familia y ser madre.

¿Dónde está mi vida?
No cualquier vida, yo quería la mía. Las palabras cuando no hay salida, ni las palabras. No puedo más con tanto dolor ni deshumanización.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión