mobile isologo
buscar...

Lunes por la tarde [30-31 de diciembre de 2024].

CÍTRICO

Jan 20, 2025

118
Lunes por la tarde [30-31 de diciembre de 2024].
Empieza a escribir gratis en quaderno

El Sol se está despidiendo; deja plasmado su mejores tonos anaranjados en el cielo. Oigo algunos pájaros volar en su dirección, acompañados de la suave brisa que se escabulle entre las hojas de los árboles. Está oscureciendo, las nubes se densifican; no se podrá ver la luna hoy. Las polillas revolotean cerca de mi ventana, y el olorcito a noche comienza a filtrarse por el cuarto. ¿Y vos, mirás el atardecer igual que ayer? ¿Estás en la ventana? ¿Pensás en quien te piensa? ¿Sacás fotos? ¿Cuál es la razón de ellas? Hace apenas un día te dejé mi primera carta; fue como vivir todo un acontecimiento, tu reacción se convirtió en el impulso favorito de mi corazón, jamás creí ser más latido que razón. Ahora tené en cuenta que invocaste al autor empedernido habitado en mí, no te dejará en paz, te intoxicará de tinta y te sepultará entre cartas hasta la eternidad. Las horas celestiales de aquel día transcurrieron para los demás, sin embargo, yo me quedé ahi; en las manos temblorosas, los ojos brillosos y en la justificación de tus palabras <No estoy llorando, es de felicidad>. El mundo se detuvo para nosotros, ¿verdad, alma mía? Fue un momento radiante cuyo reflejo iluminó nuestros cuerpos y selló ese recuerdo para siempre con un beso que todavía siento en la boca. Si tan solo pudiera, te compraría ese carrusel del que me hablaste ayer, sólo para que ésta vez sí puedas subir cuantas veces quieras. No te voy a mentir, estoy ansioso por verte mañana, me pregunto si sospechás que te voy a pedir ser mi novio. Estuvimos ocupados, fueron días movidos, creo que ni lo ves venir. Pero traigo conmigo un enorme ramo que pienso darte cuando te distraigas con los fuegos artificiales, ese que solés decirle <buchón> y te gustan mucho.

Ahora me estoy viendo y no me reconozco, antes de conocerte estaba tranquilo, o había llegado a estarlo. Entraba en un período viril de salud moral y seriedad inquebrantable. La enfermedad desconfiada que me ha durado por años ha sido su conclusión, su cierre, su resultado lógico. Para haber tenido lo que tuve es preciso que algo, anteriormente, haya sucedido en mi coraza de modo bastante trágico. Que después, había restablecido; en un trabajo interno, había visto claro las cosas y en mí mismo. Avanzaba con la rectitud de un sistema meticuloso hecho para un caso convivencial. En mí mismo lo había comprendido todo, separado y clasificado, de manera que, hasta entonces, no había época en mi existencia en que me hubiera encontrado más tranquilo, mientras que a todo el mundo, al contrario, le parecía que era ahora cuando merecía ser más calumniado. Viniste a revolverlo todo con la punta del dedo. Las viejas aguas termales volvieron a hervir, y el lago de mi corazón se agitó. ¡Pero es que la tempestad está hecha para el Océano! cuando se enturbian los estanque, de ellos no se exhalan sino olores[amores] fogosos. Para decirte esto es preciso que te ame, te abrace, te bese. Estoy descolocado. Si estuvieras acá, te mordería; tengo ganas de hacerlo, yo, de cuya frialdad se limitan las personas. Sí, ahora me siento con apetitos de fiera salvaje, con instintos de amor carnicero y desgarrante; no sé si esto es amar. Quizá sea lo contrario. A lo mejor, en mí, lo importante es el corazón. Si supieras que tu recuerdo canta, sonríe, toma color y baila como un alegre fuego que nos envía sus colores matizados y un calorcillo penetrante similar al atardecer de hoy. El movimiento de tu boca cuando hablas se reproduce en mi memoria, lleno de gracia, de atractivo, irresistible, provocador; tu boca, tan rosa y húmeda, que llama al beso, que lo atrae hacia ella con una aspiración sin igual.

¡A propósito! Estrenaremos juntos el yate. Pasaremos el año nuevo sobre el mar, junto a los pequeños. Te prometo que el menú será delicioso; Habrá sushi, mariscos, platillos a base de verduras y por supuesto; postre. Trataré de no demorarme con la decoración, confía en mí que a las seis te estaré esperando en el muelle. Tendremos toda la noche, y el día siguiente para nosotros. Quemaremos todas las horas. Seré tu deseo, vos el mío, y nos saciaremos uno de otro, para ver si así podemos hartarnos. Que igual, veo imposible. Tu amor es una fuente inagotable; me inunda, me penetra y me ahoga a pesar de beberla a estragos. Quiero besarte igual que ayer cuando entregue tu ramo, junto a esta carta y tu otro regalo; intentar no mirarte tanto y sentirte más, pero es que ¿cómo no hacerlo si todo lo que decís y hacés es digno de ser visto?

Nos estamos viendo, vida mía, mil besos por todas partes.

CÍTRICO

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión