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    Luna en Cáncer

    Jan 13, 2025

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    Luna en Cáncer
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    La luna espera al lunes
    para llenarse,
    y este vacío
    que traigo conmigo
    me recuerda su simbolismo:
    mi madre,
    Cáncer,
    lo femenino.
    Todo lo que vos quisiste
    poner en contra mío.

    La luz me desvela:
    los sueños develan
    todo eso que se encierra
    con celo, con llave
    e incluso vergüenza.
    Sé que obtendré la respuesta:
    escuchar tu nombre
    ya no me afecta.
    Y los lunares que compartimos,
    y los lugares que recorrimos,
    y lo que hice por seguirte el ritmo,
    y tu voz, tu cant- no, tu griterío
    ya no me ahuyenta.
    Tus malabares,
    tus mal-obrares,
    tus movimientos,
    tus maniobrares,
    tu escaparate,
    verte escaparte...
    Ya no me representa.

    Vos sos la sombra de lo que fue un hombre,
    y yo me esfuerzo por ser la marea.
    Me desespera el control,
    pero esta noche la Luna me eleva.
    Y con ella: todas,
    y con vos: más sobras;
    ay la tristeza,
    ay la deshonra,
    ay la advertencia
    (no fui oportuna, ¿verdad?,
    total, vos siempre me quisiste mostrar
    que soy yo quien estorba),
    ay los escombros,
    ay tus escobas,
    ay las raíces
    y las ramas
    y las verdes tiernas hojas,
    las inocencias que despojas,
    ay mi mente que siempre fue esponja,
    ay tus gritos
    y su eco
    en mi prosa,
    ay tu incapacidad
    de mirar
    más acá,
    ay el mar, el mar, que me lleva:
    hay una paz, acá, en la arena...

    Respiro
    sal y no de lágrimas,
    corriente y no de río.
    Mi alma está limpia,
    mi pies están fríos.
    Mis manos
    tienen más
    para dar.
    Mi lengua
    no para
    de hablar.
    Y mis poemas
    casi casi
    que deletrean
    eso que nunca vas a aceptar.

    Podrías hoy también
    perseguirme en mis sueños
    por estrechos pasillos.
    Podrías decirme
    que estás enojado conmigo.
    Ya no hay nada
    que se oculte
    en mi ombligo.
    Todo lo veo, todo percibo.
    Ya no hay poder tu rezo,
    ya nada me tiene preso
    y solo por Memoria
    (y nunca por respeto)
    te escribo.

    Llegó el lunes
    y la luna me prestó
    su clarividencia.
    Vos ya sos solo una mancha
    y pronto verás penitencia.
    La luna te verá a donde vayas,
    no existen excusas,
    no existen murallas,
    solo el merecedor y su merecido,
    solo tus crímenes y tu castigo,
    solo la Memoria a pesar de tu olvido:
    solo
    el final
    del camino.

    Sofia Grigorjev

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