Tengo un extraño malestar, atascado en el pecho. Indigerible.
Me miento, puesto que tú superarás esto. Encontrarás un nuevo objetivo y seguirás.
No te quiero de vuelta a ti, me quiero a mí de regreso. Regrésame ese inocente anhelo que me arrebataste.
Esto fue un inconveniente para ti, pero para mí ha sido una recaída, un tropiezo, mis rodillas no han sanado y me duele la garganta por llorar.
¿Esposa de quién podré ser?
¿A quién amaré?
¿Quién me amará?
¿Dónde están las piezas que me faltan?
¿Soy un río caudaloso que desbordó?
¿La tormenta que nunca cesó?
¿El invierno que devoró y secó todo a su paso?
¿Cómo algo tan caótico se te salió de las manos?
Ya no me es verduga, ella me es espejo. ¿Eso es lo que deseabas? Un sueño salvaje y estudiantil. Siempre soñaste con escapar y yo ansiosa por demostrarte valentía.
Ser joven por siempre.
Lucía murio, yo enterré su cuerpo y la vestí de satín. Nunca pisó Grecia, ni conoció a tu hermana, pero descansará en paz porque yo se lo pedí. También te dejó ir.
Hazle un favor a su memoria, no vuelvas.
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