mobile isologo
buscar...

Los senderos.

Dolbach

Aug 24, 2024

49
Empieza a escribir gratis en quaderno

Que te veo.

Libornau Altinodoro, el Pixie de según se mire, no salía de su asombro ni de su bosque. Era de talante recogido y minucioso, aunque si se le ponía delante la oportunidad, no dudaba en gastar de su pecunio una buena broma, extraviar a un viajero o entretener la tarde con alguna adivinanza o misterio.

Un día pasó por su allí, era enero, un pendenciero pecaminoso (se les conoce a la legua por su olor a fritanga y su halo de genuflexiones hipócritas), y Libornau se encaramó en lo alto de uno de los robles más amables y carismáticos, el bueno de Atrabantario Sígul, que lo recibió como a cualquier gorrión.

Pasó el caminante por debajo y se detuvo justo ahí, a mear y a fumar un rato.

-Cola corta ¿qué marcha llevas?

-¿Quién me habla?

-Uno que sabe.

-¿Qué sabe qué?

-Hablar.

-Vaya cosa. Eso sabe cualquiera.

Resultó, tras pasar el trance de decirse a la defensiva, que el ajeno se había perdido en su ir hacia donde iba y ya no sabía cómo encontrar su destino.

-¿Y a qué vas allí?

-¿Qué te importa a ti eso?

-Lo mismo que indicarte el camino.

-Ah, que quieres cobrar la información con información.

-Bien visto.

-Pues prefiero seguir perdido.

-Vale.

Tres años después el orgulloso del paradero desconocido seguía deambulando por entre las piedras y los árboles del bosque, más delgado, eso sí, que a base de hongos y bayas, se tiende a perder peso.

-¿Qué, como va eso?

-¿Y a ti qué?

-Solo era un saludo, no un interrogatorio.

-¿Me vas a decir como llegar a donde voy o no?

-Si me dices para que vas, está hecho.

-Pero... ¿por qué te importa?

-En realidad, es más para que entiendas lo poco que te importa a ti.

-¿Cómo dices?

-Llevas aquí tres inviernos y ya conoces aliagas y castaños. ¿Qué crees que ha pasado con lo que fuera que llevabas entre manos?

-Ya ni me acuerdo que era aquello. Creo que iba a un cumpleaños.

-¡Hombre! Pues ya que lo has dicho, coge hacia poniente hasta el chaparro enano y allí, tres cuartos de giro y... ¿dónde dijiste ibas?

-Coño, Libornau, ya a ningún lado.

Dolbach

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión