Barbie, dirigida por Greta Gerwig, es una película visualmente deslumbrante, pero también es mucho más profunda de lo que parece a simple vista. A través de su tono ligero y colorido, la película aborda temas existenciales, políticos y sociales. Mientras Barbie (Margot Robbie) atraviesa una crisis de identidad, se enfrenta a preguntas sobre el propósito de su existencia en un mundo perfectamente construido pero profundamente superficial.
Uno de los secretos más intrigantes de la película es cómo juega con los estereotipos de género. A lo largo de la trama, se exploran críticas al patriarcado y la objetificación de las mujeres, mientras Barbie se da cuenta de que su papel como “muñeca perfecta” no satisface sus inquietudes existenciales. La sátira del capitalismo es otro tema subyacente, con referencias a cómo Barbie, como producto de consumo, ha sido utilizada para promover ideales inalcanzables. Incluso los detalles de producción, como la decisión de hacer que el agua y ciertos efectos sean visualmente falsos, son un guiño al mundo plástico de Barbie y refuerzan la crítica social.
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