Vincular el amor y los reels/tik toks podría parecer un tema inusual; además, no se limita a las relaciones amorosas, ya que también los amigos comparten reels entre sí. Existen reels que se envían con fines informativos, cómicos o artísticos, pero he notado que algunos, al compartirse, cumplen una función adicional. No es el reel en sí mismo, sino la intención con la que el usuario lo comparte. Ese es el tema que voy a tratar en este escrito. Para bien o para mal, el consumo de este tipo de contenido se ha vuelto algo normalizado; ignorarlo no aportará ningún beneficio, por lo cual resulta mejor reflexionar sobre el papel que juega en las relaciones personales.
Los reelsUn reel es un corto que se puede subir a Instagram, normalmente con una duración de entre 15 y 60 segundos. Puede estar en formato horizontal o vertical, aunque la plataforma prioriza el formato vertical. Como mencioné, hay una variedad de contenido: informativo, cómico, artístico, político, entre otros.
Entender esto es comprender que los reels son capturas, momentos breves de lo que es el mundo, como una vista rápida a otras culturas, desastres y personas. No exigen un conocimiento profundo ni la responsabilidad que conlleva conocer en su totalidad a esas personas, culturas o desastres, lo cual es una crítica que vale la pena hacer. Sin embargo, a la vez, los reels se convierten en el espacio ideal para quienes buscan desconectar del mundo, algo similar al sentimiento del enamoramiento, de "solo estamos nosotros dos en el mundo".
Ser uno con el otroPodría parecer que no hay un vínculo relacionado al amor en el acto mundano de compartir reels, pero en el amor existe una carencia inabarcable: la de comprender al otro en su totalidad. Esto es imposible, pues la única forma sería siendo la otra persona, algo que se ha retratado en la historia humana con frases como "ser uno solo". Los reels/tik toks no contienen este factor inherente, como mencioné antes, sino que es la actitud del usuario al compartirlos la que marca la diferencia. Se ha vuelto habitual que amigos o parejas envíen cientos de videos, esperando que el otro los vea. En el caso específico de las relaciones románticas, surge un fenómeno interesante: ya no se comparte algo solo por el video en sí mismo, sino como una forma de sentir la presencia del otro. El hecho de que esa persona vea lo que uno ya vio, independientemente del contenido del video, genera una sensación de cercanía.
Imaginemos que un chico comparte reels con una chica, y ella los ve; mientras tanto, él sigue enviándole más, y ella continúa viéndolos en orden. Eventualmente, también será viceversa. Esa interacción, de compartir videos sin una razón aparente, es en el fondo una necesidad de sentir la presencia del otro. Así, esa persona ve lo que uno ya vio y, de algún modo, se vuelve más cercana a quien uno es.
Cómo conocer a alguienEsto aplica también a los amigos, ya que la línea entre amistad y amor es muy difusa: la amistad puede convertirse en amor, y el amor también contiene valores propios de la amistad. Todos aspiramos a tener amistades que nos entiendan, al igual que parejas, y como mencioné, la mejor forma de que alguien nos conozca es compartiendo lo que consumimos: música, libros que leímos, películas, y, en la sociedad actual, reels/tik toks/shorts. Gracias a los algoritmos de redes sociales, es posible “conocer” algo de una persona según sus recomendaciones. No obstante, estos algoritmos de recomendación son extremadamente moldeables; uno puede construir el algoritmo de recomendación que desee si actúa de manera responsable. Por lo tanto, tal vez no podamos conocer los gustos o la personalidad de alguien solo a través de sus recomendaciones, pero sí podemos ver qué tan responsable es en función de lo que consume.
El tipo de contenido que comparte es significativo. No quiero decir que una persona que comparte lo que en redes se conoce como "shitpost" sea automáticamente vacía. Es posible consumir contenido de "poca calidad" y ser una persona responsable, incluso poseer conocimiento y criterio. Generalizar a las personas por sus hábitos de consumo es irresponsable, pero sirve para identificar ciertos patrones: quien no cuida lo que consume solo destruye su mente.
Debemos partir de la idea de que no podemos conocer a alguien en su totalidad; solo tenemos pequeños vistazos de su ser. De manera casi poética, es así como funcionan los reels/tik toks/shorts, donde solo son fragmentos, acompañados de una idea, un sentimiento o una intención. No podemos pretender conocer a alguien solo por lo que consume, pero estas señales nos muestran hábitos que eventualmente se reflejan en sus actitudes. Estos videos de formato corto convierten lo cotidiano en algo bello, en drama o en noticia, compartiéndolo con otros. No solo la producción de estos contenidos, sino también su consumo, hace que las relaciones se sientan más cercanas, o al menos crea la ilusión de ello.
ConclusiónNo podemos conocer a alguien plenamente, ni siquiera estando día y noche con esa persona. Este nuevo formato de video ha permitido a las personas encontrar espacios de presencia (aunque virtuales), los cuales ayudan a mitigar la falta del otro. Esto puede deberse a que, en el fondo, sabemos que no podemos comprender ni ser comprendidos en totalidad, o porque simplemente necesitamos que la otra persona exista y saber que existe, y, sobre todo, que existe en el mismo mundo que nosotros. Compartir lo que consumimos es una manera de asegurarnos de que lo que yo vi, esa persona también lo ha visto, simulando así una presencia compartida.
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