los perros y los gatos

Los perros y los gatos
Ojalá que los perros siempre sean perros

Y los gatos siempre sean gatos

Vivan desinteresados de la vida

Y interesados por el amor

Que no lloren por la lucha y el dolor

Y sonrían sin desidia ni rencor
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Ojalá que los perros nunca lloren

Por el diario vivir

Ni sigan ideales

Por un mejor vivir

Que sean siempre tan ingenuos

Tan locos, tan espontáneos

Tan amantes del todo y odiantes del nada

Porque si fuese lo contrario

No habría Dios que los salve
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Quiero que los gatos sigan huyendo

Cuando no soporten más

Sean así de fríos y a la vez así de calientes

Almas independientes

Sin buscar pretendientes

Que sigan creyendo en sus siete vidas

Para que así, sigan viviendo sin miedo a las despedidas

Y sin tenerle pavor al runrún de las calles
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Ojalá que los perros y los gatos

Nunca cambien

Nunca tengan dos manos

Dos pies

Doscientos seis huesos

Y treintaidos dientes.