los hilos de tu boca

no te quedes encerrado en lo que no se hablaba.
no me nombres culpable de lo que nunca dijiste.
si vos mismo cosiste tu boca, si fuiste vos quien se guardó todo, ¿cómo podía saberlo? ¿cómo iba a tocar lo que escondías si nunca me dejaste entrar?

yo no sé leer silencios, no sé adivinar tormentas si no llueve.
te dolía sí, pero me lo decías cuando ya no había remedio, cuando ya no se trataba de hablar, sino de tirarnos todo encima como si así doliera menos.

si vos no descosías los hilos de tu boca, ¿cómo iba a escuchar tu dolor?
¿cómo iba a entender la guerra si nunca vi las trincheras?

nunca fui costurera, nunca te cosí, fuiste vos solo, vos quien decidió guardar todo, quien eligió callar cada cosa que te dolía, quien eligió no decirme nada y dejarme afuera de todo lo que pasaba, y ahora me descoso yo, me saco de encima todo lo que no era mío, todo lo que me tocó sentir solo porque vos no quisiste hablar, todo lo que guardaste para vos y que de alguna manera terminé cargando igual, y por primera vez hago lo que vos no hiciste: libero todo lo que estaba adentro y me quedo solo con lo mío.