lo que recuerdo

en un número

enmarcado con flores

veo mi infancia de cerca

muy cerca

una niña con una corona

llena de margaritas

le agarra la cara a su abuelo

y le dice que lo ama

subida a su bicicleta

rosa chillón

sube y baja la cuadra

soñando con nunca olvidarse esa sensación

comiendo palmeritas caseras

sintiendo la fritura calentar su pancita

su boca engrasada sonríe

y agarra otra y otra y otra

sentada en el banquito de la vereda

deja que el sol le marque los cachetes

como el labial de su abuela

cuando los besa

los recuerdos se materializan

en la tensión de una cuerda

invisible

que no la deja alejarse

y siempre la tira para atrás

de manera suave, muy suave

se deja retroceder

se deja volver

al mismo lugar que

mientras no está

se queda en pausa

en dónde cada verano

las luces de las calles

mantienen su color

y los mismos bombos

salen a tocar

la casa, mi casa

guarda las memorias más felices

y todo aquello que nunca quiero olvidar