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Lo que mató al presidente

Oct 22, 2024

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Lo que mató al presidente
Nuevo concurso literario en quaderno

La luna se apagaba mientras se escondía en las faldas del sol, el cual comenzaba a

descansar en los hombros de los hombres, hombres que en la agitada mañana daban sus primeros pasos

en la piel gris de new york, era 4 de julio fecha cumbre en el país yankee, escasos medios advertían

de los cuidados ante cualquier acto de vandalismo y algunos ajenos vociferaban que dicho día festivo,

mañana, no sería más que recuerdos cual escombros, de todos modos, las risas auguraban una buena tarde y una posible noche de goce en la ciudad iluminada .Las palmas sincronizaban los pasos de los que desfilaban, a medida que los saludos de la gente hacían vibrar el corazón de la tierra, los inocentes llevaban las banderas las cuales flameaban y prostituían su patriotismo vestidas de tres colores agridulces, así mismo

carrozas de diversas actitudes culturales teñían la ciudad de jolgorio, por su parte, las

trompetas adornaban el ambiente junto a los tambores que sonaban y golpeaban

intensamente, sin embargo a un lado de ese mundo, se encontraba en un despacho,

sentado en su escritorio,el presidente Dimitri,cuyo latido era frágil y apagado, cuya soledad

lo acompañaba mientras conversaba con su interior frente al espejo cuestionándose, ¿será

esto lo correcto? Dejando caer la lengua, sudando con el esqueleto en llamas, después de

todo él no habrá sido el único que lo intentaría. El pobre diablo cerró la ventana, el bullicio lo abatía, estaba

acongojado dando vueltas alrededor de su escritorio, su fragil fe buscaba amparo en el vaso

de whisky, escuchando su propio silencio,su corazón virgen desnudaba su traje y corbata

del pecho. Los minutos pasaban y un trago de licor era lo único que podía digerir, aún

faltaba 10 minutos pero cada segundo azotaba sus pensamientos y el libreto construido días

antes parecía desvanecerse, su personalidad férrea que había edificado desde los 20

se veia palidecer, sabía que arriesgaba todo por unas palabras que se hallan olvidadas en la

conciencia de muchos. Enseguida volvió a leer el papel,a pesar que se sentía orgulloso de

su proposito , le preocupaba lo que el destino escribiría sobre él . Agotado se llevaba

las manos a la cabeza perdiendo la fe y queriendo hacer una última llamada pero las

fuerzas no podían sostener su decisión , hasta que de pronto un golpe en la puerta lo hace

reaccionar, como si el tiempo se hubiese apiadado de él.Entra su secretario diciéndole que

su padre se encontraba al teléfono, pasmado por un cruce de emociones y sentimientos agobiantes, entrando en razón inmediatamente decide recobrar valor atendiendo a su progenitor, este sabía de alguna

forma que al cuerpo de su hijo no le cabían más latidos, y que su vida se estaba perdiendo entre líneas.

Entre la cordialidad del asunto el presidente no pudo contener más su pesar, le confesó

frunciendo el ceño que pensaba masticar sus propias palabras y dar marcha atras .Ante los delirios de su hijo, después de un

pedazo de silencio le dijo:

-Hijo, ¿te acuerdas del hijo del viudo Robinson, el pequeño Clark precisamente, tenía tú

edad recuerdas?––El desconcertado asintió con la cabeza inocentemente.

-Tu siempre te solías preguntar porque los muchachos se burlaban de él, y es que cuando lo

buscaban el vestía un mandil sucio y siempre estaba acompañado de su hermano menor, a

los siete años se descubrió que su padre, quien trabajaba para el gobierno, abusaba

sexualmente de él por proteger a su hermano menor de cuatro,es así que dos años después

del descubrimiento en el pueblo, fue encontrado en el suelo con un carta en sus manos que

decía:

“Quien lea esto, no sienta remordimiento, mi hermano y yo encontramos refugio en los

brazos de la muerte, no pude abandonarlo aquí, no esperamos nada excepto que nuestros

nombres descansen lejos de aquí”

-Mira hijo, Si decido contarte esto es para que recobres la fuerza que está falleciendo

dentro de ti, pero no debes seguir ignorando a ese tipo de personas. Hay casos,como el de

Clark regados y escondidos en cada rincón del país y del mundo,y que nadie se atreve a

desenterrar por miedo a ser sepultados junto a esos miles de inocentes. yo entiendo que lo que vas a hacer

es digno de un cadáver más que de un hombre, pero ahora debes enraizar nuevamente tus

pasos en este suelo, recuerda todo lo que trabajaste alrededor de la mesa, ellos

confiaron en ti y poco a poco tiraste del telón para terminar de develar sus verdaderos

rostros,rostros los cuales llevan a la humanidad en su mandíbula––bueno mira el reloj––los

segundos no valen lo que eran antes, ya estoy sintonizando el canal por donde pasaran tu

discurso, sé que volveremos a hablar,hijo, deseo que llegues a exprimir tus últimas palabras y que...

Dicho esto el teléfono se corta la llamada por alguna extraña razón, luego de esa pesado mensaje, no

supo cómo sentirse motivado o intimidado, ahora la mirada de aquel hombre era cien veces

perdida, el pasillo de la casa blanca y su historia empezaban a devorárselo, los nervios lo

ahorcaban, se sentía menos ágil , apesar de ello torpemente logró mantenerse de pie pensando en

posarse en su atril.Con el llamado de su equipo de trabajo, borró cada expresión de

debilidad y comenzó a saludar a cada político, mientras los miraba, en esos ojos ajenos

podía ver en su reflejo que seguía pálido y ausente en él, en este día en el que la pisada de

dicho hombre pesan en sus pobres hombros y dicha respiración se hacía insuficiente.Tras

unos minutos podía ver que el circo se amontonaba fuera de la casa blanca, llegando al

punto más alto,pudo divisar la jungla de concreto,las serpientes se acorralaban a sí mismas,

desesperados cuervos buscaban su mirada.Entre su mirada disparada a los edificios, y de los edificios al

cielo, en ese inquietante y tranquilo ambiente por primera vez sintió cálidos los golpes de sol en su frente,

apreciando lo que Dios había dado a luz tiempo atras: su patria. Entre esos suspiros de nostalgia,admirando

el paisaje,con las manos puestas sobre el podio frente a la marea de personas, es cuando su mirada lentamente se perdía más allá del tumulto, a lo lejos sus se estancaron en lo que era un ángel frágil que había resbalado del cielo hace

no más de seis años, su naturaleza perseguía su inocencia, inocencia que moldeaba la

calma del presidente, arrancándole una sonrisa, sonrisa que fue apagándose al ver que los

pasos de lo que parecia una niña asiatica se detenían en un salto en los brazos arrugados de un magnate

demacrado cuya blanca barba enroscaba su tosca sonrisa, el lo sabia, esa pequeña escena era una

metafora de lo que el mundo se convirtio. Ante esa oscura imagen solo atino

a desviar su atención al cielo, y en la nada encontró una razón a todo,enseguida recobró la

conciencia de donde estaba, dejó de ver al cielo como si no hubiera nada ahí, fue en ese

momento que pudo digerir lo que iba a hacer y sus pies ya podían deslizarse en dicho

escenario,como si la valentía de alguien en sus últimos segundos corriera por sus venas,

aprovechando esto, guardó silencio un momento, en ese momento de quietud sintió un

impacto––¿realidad o delirio?––fue entonces que dio un forzado y enérgico paso al frente, y

saludo a la población con un voz contundente y profunda ,mientras ignoraba una

incomodidad en el pecho, el público respondió expectante y con silbidos, los niños

desafiaban el orden, él entonces pudo cortar la efusividad y comenzó su discurso.

“He labrado esta tierra desde los 15 años,las venas de nuestros antepasados enraízan esta

tierra, el sudor de miles le dio vida a la cosecha, sobre las faldas de nuestras mujeres

reposaron los engranajes que harían funcionar nuestra patria, aquellos personajes

destacables como John Kennedy quien tuvo una fascinación por las mujeres pero siempre le

fue fiel a una, a su patria, lastima que ese amor enfermo lo llevó a perder la cabeza y ser un

agujero en la historia. Es asi que, hoy me apena decir que la cara cubierta de la luna ya no

puede ocultar más la verdad, el corazón con escamas de nosotros enrosco la conciencia,

solo veo cuerpos decadentes con la mirada enterrada en sus ombligos, veo a los olvidados,

aquellos que hace mucho dejaron de mendigar por monedas a cambio de respuestas, y es

ahora que solo veo al polvo convertido en hombre y quien me lo niegue no es más que

polvo sin nombre, desdichadamente caminando entre la membrana de esta ciudad, veo la

bandera que flamea ante las cabezas de aquellos que celosamente cuidan los bolsillos

sedientos del bufon emperador ¿por qué les digo esto? Porque un día como hoy, dejó ser importante

,porque la desgracia masticada por los ratones fue la astucia para la ceguera del águila, porque hay falsos

apóstoles que esconden la carne inocente bajo la mesa, porque los siguientes nombres que mencionaré

protegen los intereses de quienes........

En ese momento el pecho del presidente dio un salto,

las palabras fueron despidiéndose dentro de sí, y es así que un desfibrilador lo trajo de

vuelta del desmayo en medio de la calle,los que lo rodeaban agitados balbuceaban que

intentaron matarlo ni bien comenzó su mensaje, una desgracia tras otra pues todas sus palabras nunca

fueron escuchadas habia estado incosciente. Su mirada era confusa,sus palabras se ahogaban en un

charco de sangre, la respiración era agitada los nervios lo asfaltaban, en seguida los paramédicos

intentaban mantenerlo estable a toda costa, mientras despavoridos

la personas pisaban las banderas, el caos desató un calma en las calles que por primera

vez estaban desoladas de avaricia y la codicia gateaba desaforadamente en el tumulto,

cuando en un instante que todos se separaron de él, como si un mandato de dios lo

ordenase, el silencio que se hacía familiar se ocultó ,una sombra se acercaba con la calma

del sol, ya a unos pocos pasos con la vista borrosa ve a un hombre vestido de blanco quien

lo subió a una ambulancia,comenzando así a conducir sin prisa, el presidente con pocas

fuerzas,agonizando, logra ver que llevan a otro parecido a él en otra furgoneta, estupefacto

por el acto le preguntó al desconocido quién era, este sin apresurarse le contestó

esquivándole la mirada y centrándose en los movimientos de la policía, “Quien piense ir en

contra de las riendas del mundo, el mundo lo sepultará, a pesar que este luche por su bien”

en ese instante de desasosiego logra divisar un arma que lentamente se deslizaba del

bolsillo del misterioso hombre, en su último aliento se abalanzó sobre dicho juguete, y riendo

nerviosamente le pidió que se detuviera pero era en vano, el hombre ,quien seguía

conduciendo la furgoneta blanca, calmado mientras fumaba, con su tosco acento

canadiense le dijo :

-“Si borras mi nombre por arrancarle una hoja a la historia, cuando sobreviva––¿Te has

preguntado cuánto tardará el pueblo para pedir clemencia por los pecados de barrabás y

condenar tu nombre?” ––dicho esto el presidente se abandonó a sí mismo, perdiendo su

religión, su mirada se alejaba toscamente de sus cuencas,él lo sabía,su país lo había

condenado desde su nacimiento, y lentamente su corazón se despedía del cuerpo, su

cuerpo se despedía del mundo, y mudamente su alma, en un breves pasos, se hizo eterno.

Sebastian Estrada

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