quiero pudrirme en la cama. que mi cuerpo se quede ahí, lento, deshaciendo lo que fui, sin ceremonias ni testigos. quisiera acostarme y que el tiempo me atraviese como un insecto por la madera: quieta, sin esperanza, con restos que ya no me reconocen. estoy sola. lo digo como quien nombra una sentencia: sola. moriré sola —no como amenaza, sino como destino que se anuncia con la hospitalidad de lo inevitable— y eso me cabalga desde adentro, me hace polvo antes de tiempo. no pido rescates; quiero que el abandono me acepte y me deje descomponerme en la oscuridad donde nadie reclame mi nombre.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.


Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión