Necesito del silencio para seguir posándome en esta tarde de cielo gris. Me gusta cuando llueve porque estoy en estrecho contacto con la felicidad, siento que somos mejores amigas; la lluvia y yo. Lo que me preocupaba ya no molesta porque aprendí a recibir la dichosidad como lo que es. Tener un papel cerca para escribir cubrirlo para que no se moje, hacerle una casa con tus manos. Después de eso que se disuelva si ese fuera su destino, me gusta que todo siga su paso. El celular vibra debajo de la almohada y me incomoda, un celular es un aparato que solo me sirve para escucharle la voz a mi madre. Puedo arreglármelas sin él porque en la isla donde vivo hay un milagro de bibliotecas a la redonda, puedo visitarlas y nutrirme de eso. Sería vivir como pienso. Uno lo que tiene que tiene que llevar consigo es al menos un gesto para expresarse. Una seña como herramienta universal.
Quiero seguir escribiendo hoy que se abre el corazón como el utero materno. Pero también soy una mujer que debe organizar su economía,aburrido, yo quiero ganar plata haciendo algo que me guste! Y si vendo este poema? O es muy avaricioso de mi parte? Ni siquiera cuenta como un poema (o si?) porque un poema no luce de cierto modo. Yo jamás necesitaré de eso si tengo la ternura de perdonarme.
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