Mirando y contemplando cada gota caer un 22 de marzo a las 11:20,
cada una de ellas impactando sobre el duro asfalto,
y un cosquilludo aire fresco, que heriza cada uno de los bellos de la piel.
Que irónico, este sentimiento ya lo sentí antes, está sensación de escalofríos, pero con una pisca de tranquilidad,
estando tocando tu frío cuerpo, sintiendo los pies desnudos debajo de las sábanas, entrelazados sobre mis piernas, calentandote con mi cuerpo, mezclandonos en nuestro fuego irradiado de nuestras pieles.
Que ironía, que en este día, solo sean recuerdos, de dos personas desconocidas,
perdidas en una torrencial lluvia.
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