Amo la lluvia de verano.
Cuando llueve, siento que algo recupero,
como un anhelo de algo que no recuerdo.
Me gusta ver cómo llega:
furiosa, impredecible, bendita y hermosa.
Después de que remueve la tierra,
que arranca árboles, que alimenta ríos,
se va, y luego no hay nada más,
solo el olor del suelo húmedo.
El paisaje parece bello otra vez.
Siempre quise a alguien como la tormenta:
que me arrase, me limpie, me renueve,
que incluso ame el eco de su ausencia.
Estoy parada frente a la ventana de la habitación.
El cielo lentamente se vuelve oscuro.
Sopla el viento, anunciando tu llegada.
Las primeras gotas de la lluvia caen.
Siento tus manos tocando las mías.
Llegas en un susurro,
hablas como si vinieras de un sueño:
"Ven a abrazarme en esta noche oscura.
¿Quieres que miremos la lluvia juntas?"
Mi corazón frío se enciende.
El cielo ruge en presagio de una noche eterna.
"¿Me derretirás con tus suspiros?" dijiste.
"Mira que la noche es larga."
Mientras la lluvia golpea el cristal,
cuando cierre los ojos,
bésame.
Porque la tormenta es larga,
y solo nos queda esta noche.
Mientras la lluvia cae,
la luz baila a través de los destellos del agua.
Cada gota es un beso que recorre los pétalos de las flores,
al igual que yo recorro cada rincón de tu cuerpo.
Entonces ella dijo:
"Abrázame sin descanso,
que mis versos se unan con tus versículos.
Creamos un salmo que alabe al amor
mientras la lluvia de verano cae."
No he creído en Dios alguno.
Mis pecados los llevo grabados en mi piel.
Tengo la fe de que solo necesito tus besos
para volver a ser santa,
y que mi cuerpo sea el templo
donde dejes todas tus ofrendas.
Háblame en la oscuridad de la noche.
Háblame mientras la lluvia cae.
Píntame en colores como Picasso.
Dibuja tus ondas en mí.
Dijiste que haríamos una obra de arte.
Mientras la lluvia golpea el cristal,
cuando cierre los ojos,
bésame.
Porque la tormenta es larga,
y solo nos queda esta noche.
La tormenta ya está aquí.
Con ímpetu está sobre nosotras.
Sigue cayendo, sostén mi cintura
y detente ahí.
Pinta las curvas de mi cuerpo
tal como Van Gogh pintaba los cielos.
Dibuja en mí las marcas de tus labios.
Hagamos de esta noche una obra maestra.
Dime que soy un mar
para que te sumerjas en mis aguas.
Náufragame, explórame.
Recorre cada centímetro de mí.
Mientras la lluvia golpea el cristal,
cuando cierre los ojos,
bésame.
Porque la tormenta es larga,
y solo nos queda esta noche.
Tus olas me arrastran,
me revuelven,
me sumergen en el ojo del huracán,
y no quiero escapar.
Eres una flor en medio de la lluvia de verano.
Abrázame para que podamos apagar el fuego
que persiste aunque llueva afuera.
Y la lluvia inunda mi verano,
la lluvia inunda mi corazón.
Incluso aunque el verano termine,
me quedaré contigo.
Con la lluvia de verano que cae cálidamente,
seguiré llamando tu nombre en la oscuridad de la noche.
Abrázame de nuevo,
mientras las gotas caen.
Dime qué ves cuando me miras a los ojos.
Te abrazo como la tierra abraza la lluvia:
furiosa, impredecible, bendita y hermosa.
La luz que toca el agua en el amanecer
me recuerda a tu risa.
El ruido de la tele sin sentido,
las sábanas entre nosotras,
el sonido de las llamadas perdidas.
Cuando despierte en la mañana,
¿será que no logre recordar nada?
El café que huelo en el aire,
escucho tus pasos en la cocina,
tu perfume que en esta sábana queda.
Y yo sonrío, feliz.
Te amo tanto como a la lluvia de verano.
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