Cuando decís mi nombre
yo solo pienso en lo mucho que me encanta
como lo pronuncias,
como se mueven tus labios por cada letra,
como lo acortas para que suene lindo
o como lo alargas cuando te pones seria,
también me gusta pensar
que tuviste que pensar en mí
antes de llamarme por mi nombre.
Cuando llamas a mi número
pienso en que tuviste que buscar mi contacto,
tuviste que buscar mi nombre,
me doy cuenta que me conoces,
que yo te conozco,
yo sé tu nombre
y yo solo puedo pensar
en lo mucho que quiero
que nos conozcamos siempre,
y que nunca se te olvide como me llamo
o como llamarme.
Cuando me hablas y decís mi nombre
yo solo pienso en lo afortunada que soy
de tener el privilegio de que de tu boca
salga yo.
A veces pienso
"esto es mejor que nunca ser nombrada"
pero en realidad me gustaría más
que en vez de llamarme por mi nombre
me llamarás tuya.
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