Lirios naranja

Y a vos, dulce ángel negro de ocasos y noches, que cual mariposa oscura delinea la luna con ligero planear, hasta que desaparece en el alba de otro amor

A vos, cuyos rulos desgobernados consiguen enredar con malicia seductora hasta al más rebelde de los corazones y que rehúye como fiera esquizoide a la primera señal de ilegitimidad

A vos, que con manos moldeadoras a las tristezas las transmutas a lirios rosas y en tus palmas las penurias bandidas desembocan y se deshielan para ser trozo de vos.

A vos, que toda intención se extravió, y que falta y desprovista a mi afección sin destinatario dejo y con zalema y mimo desraido de pretensión acepto y despidió a la quimera de su flor que en sentencia injusta de destierro quedó

A vos, juez ígneo roto y desmenuzado, por vos es que ardo de amor junto a sollozos que la rabia odio y desdén han dejado

Enfermo terminal de la vida mala condenado a sus susurros bajos que cual explorador suicida baila sobre las espinas de amores perecederos deseando su despertar

Persecutor permanente de fantasmas perversos, rendido a voces en el soñar, con ingenuo lecho de flores descontentas y el verde paso que es tu andar, miras y amas desde la lejana nube somnolienta del allá

Portador indiscutible de los tesoros puros y ángel caído de sombrías alas cortadas que brillan en la alcurnia de tus ojos marrones con una última lágrima digna causada por una traición

Sufrido a veces pero etéreo y eterno siempre, tuyo y sin vos, caminas lento sobre las sombras heladas en soledad gélida por una ilusión

Con mil espirales naranjas enrulados hacía el pasaje perdido de sueño acendrado en niño cándido buscando asustado el regreso a su hogar

Virtuosa luz de estrella muerta que en el infinito espacio navegas, cuando halles a tu nova y te vuelvas inmortal, tu errante camino de noches escabrosas y perros salvajes llenos de discordia honda y fino pesar habrá tenido razón de estar

Cuando halles ese lugar; campo sosegante de amapolas blancas y desnudo te tires sobre su par, se perdonaran los pecados, si te decidís quedar