Las rosas.
Las rosas a simple vista se ven perfectas.
Las rosas se ven cuidadas.
Pero incluso si las cuidas, se pueden marchitar.
Incluso con el mejor cuidado te pueden dejar.
Pero si las riegas mucho, las ahogas.
Pero si no las riegas, se van a secar.
Es imposible darle la cantidad perfecta.
No la dejes mucho al sol ni al calor.
Que se van a quemar y te pueden abandonar.
No la dejes sin sol ni al frío.
Que su brillo se apagara.
Es imposible darle la suficiente luz.
¡Cuán exigente es esta rosa!
¡Siempre me pide más y nunca me da nada!
Ya me tiene harta y no me demoro en cortarla.
Pero no puedo dejarla.
Aunque tenga espinas invisibles que me cortan el alma.
Así yo quiero a mi rosa.
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