Las que atan

Las sirenas son doncellas marinas que engañan a los navegantes con su gran belleza y la dulzura de su canto; de la cabeza al ombligo tienen cuerpo de virgen y forma semejante al género humano, pero poseen una escamosa cola de pez, que siempre ocultan en el mar.

Rocosidades obstruyen lo que miradas obvian

no hay carmín salpicado en mis manos

pero voces sinuosas acusan

y es sencillo confiar en ellas

El océano resguarda y espera mi virtud

sus barcos contaminan y sus lanzas 

hacen gritar hasta la bestia más grande

los cuentos están escritos al revés

No hay malicia en mi voz, ni en mis extremos

pero si en la hambruna que esparce redes

y hace de mi hogar un vertedero

¡un maldito vertedero!

Molestan al Tintoreras 

y se sorprenden cuando muerde

ningún hechizo es mío

es el cinismo de ustedes

les concedo el crédito

la malicia no es propia de mis escamas

Rocosidades obstruyen lo que miradas obvian

sin madre y heredera endiosada, hermosa,

autogestada por un solo dios (un hombre)

y escrita para ser letal;

blah blah blah blah 

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Frente a Sorrento

Ven conmigo a nadar a Capri

desataré los nudos de la verdad

seré ninfa o harpía, seductora letal 

lo que quieras que sea

solo ven conmigo a nadar a Capri

te enseñaré a no dañar más

Ven conmigo a nadar a Capri

no necesitas ningún mástil 

escucha mi voz azucarada

cantaré lo que tú ansías

solo ven conmigo a nadar a Capri

te enseñaré que soy digna

Ven conmigo a nadar a Capri

aprenderás a hablar con caracoles

los delfines se rían de tu agudeza

podrás ser libre si lo deseas

solo ven conmigo a nadar a Capri

te enseñaré que no rasgo pieles

Ven conmigo a nadar a Capri

mis hermanas te harán bailar con las algas

te despertarás en la orilla de Sorrento por la mañana

solo ven conmigo a nadar a Capri

te enseñaré que hay benevolenza en la belleza

y mentira en las verdades

28.06.24