conquisto pueblos y fundo ciudades en territorios que no puedo gobernarme desconfiguro en los andamios de aquel baldío olvidado para volverme a construir más firmey siempre salgo victoriosa, siempre. por más que mi hogar sea sumergido en el núcleo de la Tierra, siempre salgo victoriosa.sobrevivo gracias a la desgracia, a la sal de la vida. sostengo y afirmo que mis derrotas me nombran ganadora.cada lágrima de aguardiente me embriagó de poder, ¡y hoy soy inquebrantable!lo siento, perdóname, gracias, te amo.

He aquí un agridulce diario de quien disfruta el mundano ardor de reconocerse dueña de una espontaneidad que trasluce (ah güeeeee)

lágrimas de aguardiente