Estoy colgando de algo, al borde pendiente de que la luz finalmente se encienda y yo entienda lo que pasó. La muerte es un agujero negro, una vez que se abre nunca más deja de atemorizarte hasta que te succiona finalmente a vos.
Nunca sentí tan pesados los huesos, un soplido tan bajo proveniente del poco espíritu que me queda. ¿Cómo es posible que vayamos por el mundo sabiendo que los que amamos desaparecen?
Estoy sentada frente a un espejo de recuerdos y palabras no dichas que largan sangre negra, como los árboles cuando "lloran". Estancados, mirando petrificados pierden su licor interno, así se siente el corazón cuando te tenes que quedar acá mientras los cuerpos y almas desaparecen.
Escucho voces alrededor pero no puedo captar nada, nacer con raíces tristes en estos casos no ayúda, estoy mirando ese punto fijo en la pared que contiene un pequeño rastro de una realidad donde las cosas eran de otra forma y este dolor no existia. Nunca entendí la vida ¿Como podría hacerlo ahora, si se desvanece como rio sobre mis manos?
Nadie te prepara para vivir, para amar, para sentir, para perder, para sufrir tanto. A veces quisiera que mi yo del futuro me explique algunas cosas, si es que ella existe y sobrevivio. Saber al menos si es una imaginación anhelante de los que si pudieron hacerse, porque tal vez yo en algún lugar del camino me rendí y esta vida fue mucho para mi y solo termino quedando mi eco, y a los que me rodean les clave el cuchillo que a mi me apuñaló: la muerte.
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