Soy esa voz callada que escucha paciente lo que los demás siempre se apresuran a gritar, a ordenarme como si fuese un animal.
Escribo mucho y digo poco. Nadie sabe con exactitud qué soy ni lo que estoy dispuesta a ser.
Muchas veces me he sentido sola y me veo naufraga extrañando algo que nunca he recibido. Los besos que describo en palabras y que mi cuerpo no ha sentido, los abrazos que soñé recibir después de caer a los escombros de una viuda sin armamento.
Una viuda incompleta, a la que lo único que le falta es el marido muerto, pero sin embargo lo que la acompaña siempre es la soledad, la tristeza y el rechazo. ¿Por qué, señor? ¿Por qué? Si mis manos tiemblan por recibir y no resisten. Terminan tocando nada y la nada no la relaciona.
Tal vez lo que toca es así misma de frente esperando.
Como siempre.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión