La verdad.

La última parábola.

-Pero ¿tú no existes?

-Me inventaron para unos fines.

- Pero, no comprendo cómo se puede llegar a tanto con un cuento.

-La gente gusta de la mentira. Puedes comprobarlo con el éxito de los telediarios.

-¿Por qué?

-Supongo que porque la mentira lo aguanta todo, no como la verdad, que es más exquisita y selectiva.

-Pero más de dos mil años de una falsedad, se me hace mucho tiempo tragando y aceptando.

-Lo del tiempo es relativo. El hinduismo es más antiguo, y el zoroastrismo, el judaísmo, el jainismo, confucionismo, budismo, taoísmo...

-Quizás alguna de las creencias se base en la verdad.

-Hay atisbos de verdad en alguna de sus filosofías, pero no en sus mitos. Todas se parecen en algunos aspectos en cuanto al supuesto origen del Todo; en cuanto a ciertas historias de sus dioses y profetas. Todas, al fin, pretenden lo mismo.

-¿Qué pretenden?

-La adhesión inquebrantable. La sumisión sin cuestionamentos. La fidelidad eterna.

-¿Y para qué?

-Básicamente para que unos cuantos puedan vivir a costa del resto.

-Eso es muy triste, Jesús.

-A mí no me lo digas. Yo no existo.