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La única carta que no te dí.

toska

Sep 22, 2025

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Perdoname por favor.

Fue mi culpa todo esto. Fui yo, la estúpida que pensó que todo esto sería buena idea, una solución. Ahora soy yo la que añora, en cada rincon, volverte a ver, a hablarte, mientras soporto mi propio peso con los pies desgastados.

Porque tenía que haber reaccionado cuando me dejaste ahí, esperando el colectivo, y te diste media vuelta para volverte a tu casa sin mirar para atrás. Tenía que haber girado y gritado tu nombre justo antes de que doblaras esa esquina. No pensé que esa iba a ser realmente la última vez que te vería. Tenía que haber corrido hacia vos, en busca de un beso apasionado, en busca de un abrazo que hiciera que lo último que quisieras hacer fuera doblar esa esquina una vez más. Que hiciera que no quisieras volver a pensar en abandonarnos.

Me pregunto por qué no pensé más rápido cuando me quedé mirando, por unos segundos, como tu imágen iba desapareciendo y yo me iba sintiendo más fría. Ahora te confieso que no pude. Solo quería llorar, y sé que vos también. Sé que vos sabías que yo me iba a pasar todo el viaje a casa llorando sin consuelo, y yo sabía que vos ibas a ir corriendo a los brazos de tu mamá mientras tus lágrimas desbordaban de tus ojos para que te acurruque como cuando eras chica.

Pero ninguna impidió que eso pase. No me dí la vuelta para buscarte, sabiendo que lo que más quería era llorar con vos y que nos abrazáramos por horas, que me sanes con comida, vino y un par de canciones esa herida que abrimos juntas. Perdón por no poder hacer todo eso, por no ser ese amor de película que tanto creíamos tener, ese amor que no se rinde, que no entiende de orgullo o dignidad.

Justo ahí, parada y helada, caí en cuenta. Perdón por no darme cuenta antes de que eso era imposible en la vida real. Que no vivimos en una película, que no todo tiene una solución y que no siempre alcanza el amor para hacer que una persona se quede.

Fue todo mi culpa: de mis esperanzas y exigencias, de mi amor desmedido y de mi cabeza llena de ilusiones estúpidas.

Negada a rendirme, pegada al molde, te desenamoré y no supe darme cuenta.

toska

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