Venimos de generaciones de mujeres que han callado.
Callado secretos de familia.
Callado sucesos que le dieron vergüenza,
Que era peligroso contar.
Callado para mantener las apariencias,
para mantener a raya el conflicto,
porque mejor callar que tener problemas.
Llevamos en nosotras las historias calladas de nuestras abuelas, madres, tías, hermanas, amigas, las nuestras.
Las historias calladas se enquistan,
en la mente,
en el cuerpo,
se transforman en síntomas,
enfermedades.
Es hora de empezar a contar nuestras historias,
las de ellas,
las de todas.
Para empezar a liberarnos,
a ser libres.
Volver a escribir historias desde cero,
historias inspiradoras,
de sueños cumplidos,
de metas alcanzadas,
de vidas libres,
de vidas elegidas.
Para que así, nuestras niñas ya no carguen con las historias no contadas.
Para que ellas sean libres.
Si tenés historias sin contar,
contalas,
escribilas,
sacalas de tu sistema,
no permitan que se hagan parte de vos.
Este escrito fue inspirado a partir de la lectura del capítulo 13 del libro “Mujeres que corren con los lobos”.
Les comparto un fragmento:
Existen océanos de lágrimas que las mujeres jamás han llorado, pues les han enseñado a llevarse a la tumba los secretos de su madre y su padre, de los hombres y la sociedad y los suyos propios. El llanto de una mujer siempre se ha considerado muy peligroso porque abre las cerraduras y los pestillos de los secretos que lleva dentro. Pero en realidad, por el bien del alma salvaje de la mujer, es mejor llorar. Para las mujeres las lágrimas son el comienzo de la iniciación en el Clan de la Cicatriz, esta tribu eterna de mujeres de todos los colores, naciones y lenguas que, a lo largo de los siglos, han sobrevivido a algo muy grande, lo hicieroncon orgullo y lo siguen haciendo.
Todas las mujeres tienen historias personales de tan vasto alcance y tan poderosas como el numen de los cuentos de hadas. Pero hay una clase de historia en particular que tiene que ver con los secretos de una Mujer, especialmente los que se asocian con la vergüenza; dichos secretos contienen algunas de las más importantes historias a las que una mujer puede dedicar su tiempo. Para la mayoría de las mujeres, estas historias secretas son sus propias historias personales, incrustadas, no como piedras preciosas en una corona sino más bien como negra grava bajo la piel del alma.
Sincrónicamente, al día siguiente me enteré de un secreto que mi mamá lleva años guardado. Y me llevó a preguntarme, ¿Cuántas historias habrá enterradas en su memoria? Así como en la de mi abuela, mi hermana, mis amigas.
Yo encontré en la escritura la forma de liberarme de esas historias propias que llevo conmigo, que me dio miedo contar, que me dio vergüenza, o por las que he cargado una culpa que no me correspondía.
¿Qué secretos llevás con vos? ¿Cuántas historias sin contar?
Te invito a contarlas, a cualquier persona de confianza, que pueda entenderte. Y si no la hay, o si creés que no podés decirla en voz alta, escribila.
Solo así podrás liberarte del peso que todas esas historias cargan.
Y también te invito a charlar y ser ese oído para otras mujeres, tus abuelas, madre, hermanas, amigas, para que también ellas puedan ser libres.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecito
Anto Gómez | Open Heart
Open Heart es eso, mi corazón abierto. Mi escritura más personal, mientras navego la vida y aprendo a vivirla en presencia y en conexión conmigo.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión