Fui tu refugio.
Fui tu incendio.
Fui tu paño de lágrimas.
Y aun así te alejaste.
No sé si fue la distancia
o algún otro amor que no supe nombrar.
Tus manos me quemaban.
Tus ojos me delataban.
Yo fingía calma.
Cada abrazo era un crimen.
Cada risa un disfraz.
Nos conocimos en la oscuridad.
Espejos rotos.
Cada grieta llevaba tu nombre.
El aire ya no es aire.
Es peso. Es vacío. Es tu ausencia que me aplasta.
Te amo.
Te rechazo.
Te busco.
Te pierdo.
Te siento y me destruyo.
Quisiera gritarte.
Romper lo que somos.
Pero solo somos sombras
que se reconocen y se lastiman
sin tocarse jamás.
Eras mi perfección.
Mi ruina.
Mi pecado más dulce.
Mi silencio que mata
y mi voz que salva.
Me dejaste cenizas.
Y aun así ardo en tu recuerdo.
No hay mañana.
No hay tregua.
No hay vuelta atrás.
Solo este caos que me habita,
este incendio que no cesa,
este amor que me destruye
y me mantiene viva al mismo tiempo.
Si alguna vez cruzamos caminos,
será un choque de mundos rotos.
Un incendio imposible.
Un grito que nadie escuchará.
Porque al final, solo fuimos dos amantes jugando hacer mejores amigos.

Aleinad
Soy una escritora en formación, una buscadora de palabras que intentan decir lo que a veces la voz calla. Descubrí en la escritura un refugio.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión