La taza

Guardo esa taza

de un cumpleaños

con deseos, nombres

que dejan la casa.

Suele juntar polvo

suele estar sola

medio escondida 

y algunos días

me siento sensible

y bebo un café

aún en verano.

Un regalo simple 

como una taza

llena con el alma

en cada infusión 

caliente o fría

la garganta duele

por propia nostalgia.

Casi no los veo

no sé si volverán

temo que no estén

en la próxima vez

celebrar sin ellos

deja un vacío:

La taza sin llenar.