Se sentía tan permanente, para mi
Eran las armas de la gente débil
Hay que rezar cada noche, me decías
Solo en el caso de que resulte que Dios sí exista,
Y nos venga a buscar, intente salvarnos
Y en cambio te quedes aquí-
En un mundo en el que Él jamás está muy ocupado para escucharte.
Todos los veranos cada uno volvía a su cama
Y yo me quedaba solo, transpirando en la ciudad.
Inundada por el letargo, apelmazada por la angustia,
Exprimiendo las gotas de los últimos días
Juntando recuerdos como quien se prepara para el fín.
De todas formas, lo veían, claro me notaban
Para eso los amigos, para eso los hermanos
Un día me desperté esperando ver la sombra de mis huesos
Y todavía estabán ahí.
La Sociedad Suicida de la Sesión de Verano
Creamos nuestro club en ese bar al que íbamos tanto.
Si cierro los ojos aún puedo ver las maderas viejas, las sillas azules, santo Salon des Refusés, si nos has cuidado.
Creo que este es el final.
Traté de alcanzarte, pero ya era tarde, rogaste para que tomáramos el túnel.
Que bien se siente ser así y el camino es interminable
Me mirás desde ahí arriba y casi ni escucho mis pensamientos Por esa melodía que suena tan fuerte y me hace sentir tan vivo-
Espero que sea para siempre.
Por favor, que alguien haga algo
que sea así siempre.
Nunca más nos volvimos a ver.
Y ni lo sentí, en serio, ni me di cuenta
Lo que hubiese sido imperdonable a los dieciséis
Es solo natural ahora. Capaz el dolor viene de ahí.
Me gusta decir que seguimos siendo amigos,
Pero eso creo que no es verdad
Solo tarareo la canción, una y otra vez, esperando a arrepentirme, hasta que llegue el día de irme
Verlos de nuevo del otro lado del túnel,
Momento de rendirse.
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