mobile isologo
buscar...

LA PRESENCIA DEL CUERPO

Nov 15, 2025

59
LA PRESENCIA DEL CUERPO
Empieza a escribir gratis en quaderno

A despecho del pensamiento académico, siempre él tan dispuesto a desarraigar el pensamiento motivado por la vana ilusión de la objetividad, les contaré que en el último mes viví una auténtica revolución existencial. Debo ser delicado a la hora de exponerlo, porque tiene muchas dimensiones, aunque me siento muy tentado de hablar de una suerte de dialéctica del cuerpo.

MOMENTO 1

En mi vida personal a una edad temprana fui muy propenso a las disciplinas matemáticas. Me gustaba el ajedrez, la geometría, y las ecuaciones. Muchas veces es dificil explicarle a un no-matemático la clase de placer que induce resolver un problema muy difícil y la forma de aquietamiento espiritual que implica. Recomiendo la hermosa canción de Luis Alberto Spinetta, Mi elemento… “tan solo estando así contigo / yo veo mi elemento […] Veo en el silencio, amor”. La persona transida por la técnica y la matemática se vuelve habitualmente una persona de pocas palabras, aprecia el silencio y se rige por las cosas.

Ignoro qué me hubiera deparado el destino si nunca hubiese conocido la filosofía, hoy sería, tal vez ingeniero, o trabajaría en algún circuito productivo en una fábrica. Pero hay algo claro: a todos nos llega la revelación del mundo. No digo que la técnica sea incompatible con los sentimientos y la “presencia” anímica. Digo que por los contextos de socialización suelen producirse sujetos enajenados de sí mismos. La propia propensión al silencio, la falta de vasos comunicantes con la poesía, la literatura, el dibujo, la música y la danza, instalan seres grises en el mundo.

MOMENTO 2

La persona atravesada por las humanidades vive el cuerpo de otra forma. Aventuro una hipótesis: vive en el modo de la metáfora, el desplazamiento, el rodeo, la mediatez. Un poeta sabe lo que significa una azucena en términos introspectivos, y no necesita conocer sobre el funcionamiento mecánico de su cuerpo. No necesita saber que la lluvia actúa como un prisma que refracta la luz y proyecta el espectro visible. Tiene una palabra: arcoíris, y con esa sola palabra (o sustituciones) nunca agotará el campo de la experiencia sentimental. El estudiante de humanidades se vuelve hábil con el uso de las palabras, estudia etimologías, se vuelve preciso, modula la voz, la entonación, las pausas, juega a voluntad con los lapsus linguae. Y sobre todo: escribe. Tiene en su haber muchas palabras, quizás demasiadas.

MOMENTO 3

Es lo que me sucede ahora. No pretendo formalizar la experiencia vital de todo ser humano, apenas hablo desde mis vivencias. Resulta que si Descartes postuló la existencia de una RES COGITANS opuesta a la RES EXTENSA (muy afín a la antropología judeocristiana de cuerpo-alma), si se ha pensado en la conciencia como un “hombrecito” con palancas, no se sabe dónde, comandando el cuerpo, ahora me sucede algo notorio. Tras un periplo de 15 años volví a la ciencia. Empecé modestamente a ejercitarme con mancuernas y a fortalecer mis músculos, pero no me detuve ahí, empecé a explorar tímidamente sobre anatomía, la posición de los órganos, la biomecánica del movimiento, desempolvé los manuales de física y me puse a estudiar sobre palancas, momentos angulares, fuerzas newtonianas… y ahora… ¡la presencia del cuerpo es otra! Es dificil de explicar, es como si un esquema objetivante hiciera de mi mismo un conjunto de músculos y sangre… y ahora no puedo evitar ver cada uno de ellos, la posición, la tensión, la postura, el esfuerzo. He perdido la unidad, ahora tengo pectorales, gemelos, glúteos, y soy consciente de ellos: el cuerpo se ha fragmentado. Y aún así sigo siendo una unidad. Es muy raro todo. Cuando uno se vuelve “presente”, sabe que necesita alimento, descanso, placeres, motivaciones, hay químicos en el cerebro, hay temperatura, calor, excitaciones. Cualquier filosofía encarnada implica dietéticas claras y su propia higiene. Aunque pensar que todo en mí puede explicarse por kilogramos y joules es desesperante. ¿Dónde quedó la verdad del arcoíris y las azucenas? La vida es muy rara. Entre el sujeto, el objeto y la mirada nos desplazamos.

UN PUENTE: LA MEDITACIÓN

Pero esto no sorprende a nadie que haya hecho yoga con seriedad. El practicante no necesita saber de biomecánica para sentir su cuerpo, comer saludable, tener una relación amable con él, disfrutar su sexualidad. La meditación aparece como una suerte de verdad revelada a los hombres. No necesita el logos, necesita la verdad, y ciertas doctrinas ya desde siempre nos dijeron como habitar el cuerpo con “presencia”.

Pero bueno, esto apenas es un ensayo autobiográfico, acaso alguien se haya sentido identificado.

Bonchi Martínez

Comentarios

No hay comentarios todavía, sé el primero!

Debes iniciar sesión para comentar

Iniciar sesión