Hoy no hay poesía,
solo hambre visceral,
solo unas costillas duras de roer,
solo un corazón delator.
La cabeza tiende la trampa
que para recordarte
hay que contar los pasos
de adelante hacia atrás
y volver a verte
ha originado mi caída.
La desconexión y los estímulos
de un cuerpo que no sabe estar,
de un tacto que no sabe tocar,
de una boca que no sabe hablar.
Los pies como pájaros
que recogen su presa del suelo,
que pelean contra la depredación
de nuestro encuentro.
Tal vez te quiero
porque no te tengo,
hasta me pregunto
si es cuestión de ego,
estoy dispuesta a
cualquier teoría
que desestime lo que siento.
Quiero saber
dónde me duele
porque yo te llevo
en todos lados.
Soy tuya,
así no me proclames,
así tu mero acercamiento
sea la de un gato y una caja.
Toma mi cuerpo de cartón,
acuéstalo sobre tu almohada
y duerme dentro mío
hasta que llegue la mañana.
09/08/2025
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