mobile isologo
    buscar...

    la nostalgia acabará conmigo

    Jan 30, 2025

    0
    la nostalgia acabará conmigo
    Empieza a escribir gratis en quaderno

    hay algo curioso sobre los lugares a los que ya no podemos regresar.

    parecen estar justo al borde de nuestra memoria, accesibles con tan solo cerrar los ojos.

    es un olor, otras veces una canción, o incluso el crujido del hielo en un vaso, y de repente, estamos ahí de nuevo. en esa mesa, en esa risa, en ese momento que pensamos que sería eterno. hasta que recordamos:

    no lo fue.

    lo entendí hace poco. no importa cuánto quiera, no puedo volver a él. ese “él” que tanto amé, que extraño, que deseo en mis noches más frías. porque, incluso si pudiera retroceder en el tiempo, incluso si encontrara la manera de regresar, me estaría enfrentando a un vacío.

    el tiempo arrasó con él, conmigo, con todo lo que éramos juntos.

    nos devoró el tiempo. nos convirtió en ecos de lo que fuimos, y sin embargo, hay días en los que lo olvido.

    días en los que me aferro a la nostalgia como si pudiera reconstruir todo con un simple recuerdo. pero la nostalgia es una mala mentirosa. nos susurra que tal vez, solo tal vez, podríamos volver y encontrar todo tal y como lo dejamos.

    nos engaña, nos embriaga.

    y cuando finalmente abrimos los ojos, estamos de nuevo aquí, en el presente, enfrentándonos a la ausencia de lo que jamás podrá regresar.

    a veces me pregunto si los lugares a los que no podemos volver existieron de verdad, o si son solo un espejismo creado por nuestra mente. una trampa para hacernos creer que alguna vez fuimos más felices de lo que somos ahora.

    porque, si lo pienso bien, incluso si pudiera volver, incluso si cruzara cada puente y siguiera cada camino que me llevase a ese “nosotros”, no habría nadie allí.

    me encontraría sola.

    hay una especie de alivio en entender esto, aunque duela. saber que no es culpa de nadie. que el tiempo hizo lo que el tiempo siempre hace: pasar, llevándose con él todo lo que no pudo resistir su peso.

    y nosotros, ¿cómo íbamos a resistirlo?

    ahora, cuando algo pequeño me hace sentir nostalgia, me detengo y respiro.

    sé que esos momentos no son una invitación a regresar. son un recordatorio de que estuvimos ahí, de que fue real, de que dolió, y de que sobrevivimos para contarlo.

    no importa cuánto lo desee. no importa cuánto me duela. hay lugares que cesaron de existir. y, tal vez, eso está bien.

    tal vez ese sea el recordatorio más cruel y más bello del amor:

    que es tan efímero como eterno, tan doloroso como sanador.

    isabel ♡

    Comentarios

    No hay comentarios todavía, sé el primero!

    Debes iniciar sesión para comentar

    Iniciar sesión