Hice que mi tiempo fuera amarte. Dejé en el pasado a cada uno de mis amantes,
mientras esperaba por tu amor errante.
Te convertí en mi religión
y me perdí en el intento de llegar a tu corazón.
Pasan los años, y no paso yo en tu vida, porque dices que me amas,
pero nunca me he sentido elegida.
Camino por la vida guardando tu espacio, pensando en un escenario futuro, pero con el tiempo se vuelve cada vez más lejano, distante.
Hubiera dado la vida por ti, hubiera muerto para ti... pero tengo tantas ganas de vivir, de sentir, que ahora me obligo a alejarme de ti.
Atentamente, la mujer que más te amó
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