La marca del olvido incompleto.

[¿Por qué quieres jugar con la inocencia de esta alma limpia?

Por qué quieres impregnar tu suciedad en mi cuerpo?

Por qué quieres enseñarme acerca del hogar cuando ni siquiera sé mi nombre? Por favor, aléjate de mi]

Entraste sin permiso, un soplo frío

en el jardín intacto de mi alma.

¿Por qué quisiste marcar con tu huella

la pizarra limpia de mis días?

Tu voz fue un veneno suave en mi boca,

tu sombra, un tizón en la tela de mi cuerpo.

Hablaste de refugios, de un sitio al que llamar hogar,

mientras mi nombre era solo un murmullo ajeno,

un eco perdido en la niebla de mi ser.

Por favor, desata tu nudo de mi aire.

Apaga tu luz extraña, ya no te necesito.

Recuerdo tus movimientos,

como si fueran flechas clavadas en la pared de mi vista.

Pero tu cara es una nube, se disuelve.

Las palabras que me dijiste, cada una,

resuenan claras, como campanas rotas.

Pero tu cara... es solo una silueta en el olvido.

Siento aún lo que la piel guarda, lo que el cuerpo grabó,

pero tu rostro se niega a la forma.

O quizá sí está ahí, pero lo empujo lejos,

quiero que se disuelva, que no exista.

Quiero arrancarte de mi mente,

borrar tu nombre como se borra la arena mojada.

Deseo hacer un corte limpio en los años,

separar esa parte de mi vida donde tu sombra habitó.

Pero es una tarea sin fin, lo sé.

Quizás nunca lo logre.

No, no podré.

Esa marca en mí, ese trozo de tiempo contigo,

es como una huella profunda en la piedra.

No se desvanece.

Permaneces.

[Recuerdo tus acciones; tu faz se ha desdibujado.

Recuerdo tus palabras; tu faz se ha desdibujado.

Recuerdo lo que mi cuerpo grabó; tu faz se ha desdibujado.

o quizás no lo recuerdo;

quizás solo quiero borrarte,

quizás solo quiero borrar tu nombre,

quizás anhelo deshabitar esos años contigo,

quizás y nunca pueda,

nunca podré,

nunca podré de mi vida borrar(te)]