La historia de mi vida.
Me pasa el guapo a la pura par y yo de pie bien quedita junto a la entrada de mi trabajo.
Pasó sus ojos por la pared sin mirarme.
Me he vuelto un artefacto más en esta institución.
Soy un mueble, un escritorio, una silla de esas acolchonadas.
Soy una puerta.
Soy la luz que prenden después de las cinco cuando hay tormenta.
Inerte y no me mira el guapo por inerte que soy.
Pasa a la par mía y yo sonrío. Mi sonrisa herrumbrada no me sirve de mucho porque no le brilla la mirada cuando estoy cerca. No le deslumbra mi reflejo.
No le mueve las mariposas en la panza.
Estas no despiertan.
Están inertes, como yo.
La historia de mi vida tendrá un final algún día, pero por ahora, es solamente una estampita en la pared colgando de un anhelo de que me mire este guapo.
Hola, le diré algún día. Soy Beatriz. Y ud ¿cómo se llama?
Valiente seré algún día. Y entonces les contaré otra historia.
9/29/2015

Beatriz Núñez Alpízar
No Me Perdono No Ser Perfecta -- Una escritora cualquiera entre muchos, obviamente tengo un dolor en el corazón en este momento y por eso escribo intentos de poesía.
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