. La forma .

Adaptarse al lenguaje en el vano deseo de un canal de conjunción. Vislumbrar el brillo de tu pelo. El esfuerzo inservible de las mentes y los corazones. Esa inseguridad constituida en la incertidumbre del futuro. Una mirada a los ojos y la confianza de la vida, deposita el amor flotando por encima de miles de montañas.

Pero el pie cae al vacío en el aire, se pierde lo que se había dejado allí, se quita lo que no se debía.

Ese sentir abrumado de desesperación. Ya nada de lo construido es seguro ni preciso. La distancia aquí, si tuya, en el esfuerzo de continuar con el otro, se entrega las definiciones, todas las líneas.

Se puede todavía percibir el terror cuando se pierde algo propio. Un temblor desesperante que quita de la propia posesión. La mente cansada busca opciones. Racionaliza. Confía y se aplasta pero no se deja convencer. Un estado constante de superposición cuántica. La parálisis envía a resguardar en el silencio. Abruma pero no retiene todo tratando de buscar ayuda y perseguir la confianza, pero no la alcanza. Recuerda pero no olvida el mareo de un carrusel que avanza aterrizando en los confines de una irreprochable sonrisa.