La final y el final.

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Me da rabia y pena

Me gustaría que se hiciera una auditoría sobre los campeonatos de fútbol en los que ha participado el Real Madrid. Todos en toda la historia. Desde la objetividad y la honestidad. Analizando los resultados obtenidos por todos los equipos desde todas las ópticas de justicia posible: Imágenes de televisión (sobre todo), actas arbitrales, aplicación de la Justicia deportiva, etc...

Es, a mi modo de ver, muy necesario para el fútbol.

Antes, durante y después de cada partido, el anti madridismo respira su inquina con los eternos mantras de que el equipo blanco lleva robando toda la vida (sin excepción). Al sentir de esa gente, ni un solo trofeo de las estanterías madridistas es merecido. Ni un solo jugador de la historia del Real Madrid ha sido honrado.

Esto empobrece mucho la competición, pues para esa parte de la población futbolera, toda victoria del equipo blanco es un atraco a mano armada, y, si pierden, aunque sea con algún error arbitral evidente: bien merecido lo tienen.

Procuro no hacer caso a las previas ni a lo posterior de los partidos; no atender al anti madridismo recalcitrante y obtuso que se reafirma en las mismas y eternas sandeces: "El equipo del Gobierno la vergüenza del país", pero veo los partidos, veo los árbitros, escucho a los comentaristas, atiendo a noticias como lo sucedido ayer en la rueda de prensa arbitral y posterior reacción de la entidad madridista, y estoy muy harto de que mi deporte favorito, ese que me hizo ser feliz tantas veces cuando podía jugar, sea ahora un campo de batalla de la trampa, la estupidez y la exageración.

No acepto la máxima de que el Real Madrid sea un equipo ladrón.

No acepto la máxima de que al Real Madrid lo hayan favorecido siempre.

Ojalá fuera posible esa auditoría. Quizás apareciera algún dato de favoritismo arbitral -eso seguro-, pero dudo mucho que se correspondiera ni de lejos con lo mucho que se afirma día tras día, década tras década, por el anti madridismo ¿Sociológico?

Pero tal cual están las cosas, me siento muy harto; y me dolería tener que abandonar, rendirme, olvidarme de seguir, de disfrutar con el fútbol. Me dolería mucho.

Lo siento así.