Esperamos todo el tiempo algo que no llega.
Un objeto de deseo que permanece en la nubosidad del futuro.
Hay quienes piensan a la espera en relacion a la esperanza, por obvias etimologias.
Pienso que también deberia relacionarse con la soledad,
o hablar de la soledad de quien espera.
Por más que sea una comunidad, como lxs judixs que esperan que llegue el mesías,
y que erraron por el desierto durante 40 años esperando la tierra prometida,
ocultaron un devenir solitario, quizás tanto que no le importa al estado que erigieron
llevar a cabo un genocidio hacia el pueblo palestino.
Quizás exagero (como siempre).
Pienso en la canción Solo de Jorge Fandermole.
Quizás el condimento clave para salir del estado de espera es saberse solx.
Verse inmersa en una soledad que es reflejo entre el devenir y el yo.
La Bella Durmiente sola espera. Eternamente como si se pudiera.
Penélope de Serrat o la vieja esa de la canción de Maná.
Quizás la espera y la soledad están vapuleadas de connotaciones negativas.
No voy a reivindicar ninguna, pero un poco son necesarias.
Quien tiene la receta indicada, la cantidad justa,
para no esperar nada de nadie y no sentirse sola
pero no sucumbir ante las urgencias del yo actual y del deber ser.
La única espera válida es para la muerte,
que es fe ciega pero no pasiva,
y que nos abre el umbral de lo vivo para ser experimentado desde el deseo.
Porque tiempo no hay.
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Rocío Giménez Ferradás
Hola! Soy dibujante pero las palabras son un jardin en el que refugio el pensar
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