Una lágrima fría recorre mi mejilla izquierda, el humo de un cigarro me distrae, mi mente es como una enredadera que nunca se podo y cada rama es un pensamiento. No encuentro la forma de poderla cortar, cada vez que lo hago crece más y mis esfuerzos parecen ser en vano. Mis manos están cansadas de cortar y mi ropa sucia de tanto barro y hojas. Quisiera arrancarla de raíz pero parece ser que no la tiene así que solo dejo que crezca hasta que tape el sol y me siento en el suelo a ver cómo la oscuridad me consume. Algunas veces me duermo, cuando puedo dormir, y sueño con ¿Con que sueño? Ya ni puedo recordar, mi mente no me lo permite. Cuando me canso de tanta noche hago un agujero en esta enredadera para poder disfrutar de un rayito de sol que me motiva a seguir cortando pero mis tijeras se quedan sin filo y mis manos ya no paran de sangrar. Ojalá pudiera algún día librarme de esta planta pero por ahora solo me quedo sentado esperando que mis manos se recuperen para poder seguir con mi castigo. Parece que no hay sentido en esto pero creo que no tendría que haberlo pero si tan solo pudiera podar con una tijera con filo, guantes para mis manos y el sol alumbrando quizás todo seria mejor, sería feliz. Las horas pasan y ya no se ni que día es, la rutina de cortar y cortar me consume. El frío en mis manos alivia el dolor, pero no me ayuda la anestesia, si la enredadera sigue creciendo y tapándome. Algunas veces me siento a pensar y veo como crecen más ramas, solo me queda llorar pero las lágrimas me recuerdan lo miserable que es mi vida. En este calabozo oscuro y frío encuentro consuelo escribiendo lo que pienso sin pensar en si lo hago bien o mal tan solo dejo que mis dedos hagan su trabajo. Estoy solo, siempre lo estuve y moriré así, el consuelo de las visitas de mis seres queridos que me arropan y secan mis lágrimas me ayuda a no desistir pero no puedo vivir de limosnas de amor. Si tan solo ese calor fuese infinito, si tan solo estuviera con ellos todo el tiempo, si tan solo ellos pudieran entender. La vida pasa y siento que es un castigo que no me merezco. Quiero reír y llorar al mismo tiempo para saber si así las lágrimas son calientes y no heladas pero las sonrisas falsas no sirven. Cuando me aburro de estar sentado me entra una motivación de querer salir de este lugar para ver el sol y me esfuerzo para cortar cada una de las ramas de esta prisión pero cuando me doy cuenta de la verdad me deprimo y vuelvo a mi rincón a llorar, las lágrimas frías recorren mi cara y el nudo que está en mi pecho oprime con fuerza mi corazón cansado de latir y no sentir. La vida es eso que pasa mientras me embriago con pensamientos innecesarios, ciclos de motivación y depresión. Encuentro satisfacción en castigarme por no hacer nada para revertir está situación. Me entrego a los vicios que me alteran la realidad y hacen florecer mi cascarón de ramas, las llena de bellos pájaros que cantan y luces que me encandilan. Sonrio y rio en el auge del subidon de alguna droga o en la tranquilidad de algún licor. Cierro los ojos en cada pitada de un cigarro y suspiro como si todas mis penas se fueran de mi cuerpo en forma de humo. Esos momentos no son más que auto flagelaciones que me hacen sentir algo pero me destruyen más que cuando estoy sobrio. Fantaseo con la idea de poder volar lejos y bien alto para poder acercarme al sol y sentir su calor pero me acuerdo de que no tengo alas, tan solo tengo unas tijeras sin filo que usar y una esperanza hecha pedazos en el suelo. Mi vida parece ser una autocondena porque un día alguien me gritó una verdad "La enredadera se alimenta de tu sufrimiento" no entendí, ¿Acaso es culpa mía? ¿Que puedo hacer para parar de sufrir en esta situación? Solo me quedo algo claro, el sufrimiento y me empeñe en buscar el porque de tanto sufrir pero sigo en esa búsqueda. Siempre pensé que todo tenía que ser perfecto, me esforcé mucho por querer que cada instante lo sea porque quizás así, haciendo todo a la perfección, podría salir de este lugar pero ahora me doy cuenta de que no es así. La perfección es solo una ilusión momentánea que nos hace creer que todo se puede hacer bien. Esa maña de querer perfeccionarme para todo me hace imperfecto. Fue entonces un día cortando ramas que empecé a dejar de hacerlo de forma perfecta y todo se me hizo más fácil, llore y mis lágrimas ya no eran frías eran tibias. En ese momento me emocioné y sentí que algo estaba haciendo bien así que me senté sin pensar en mi postura, respire sin pensar en si lo hacía a la perfección y cerré los ojos sin creer que había una forma perfecta de hacerlo. Asi fue como me sentí más a gusto con mis pensamientos y pude esbozar una pequeña sonrisa que duró unos segundos, me quedaba camino por recorrer pero di el primer paso.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión